El
Convento de las Dominicas,
como así se le conoce
en esta población,
tiene sus orígenes
por los años 1.570,
fechas en la que ya se habla
de la necesidad de levantar
un convento femenino de monjas
dominicas, aunque parece ser,
no es hasta el año
de 1.612 cuando se hace efectivo
el inicio de las obras.
Es gracias
a la generosidad de Doña
María de Chinchilla,
viuda del Caballerizo del
Emperador Carlos V, llamado
Micer Ruiz, que se hizo la
fundación y obra del
inmenso convento de las monjas
Dominicas, que aún
hoy existe y sigue siendo
de clausura. Se edificó
en el lugar previsto sobre
solares de casas que fueron
de moriscos, extramuros de
la ciudad, en el extremo este
de la población y del
carrerón que ahora
es el "Paseo".
En 1.634 se alude al Convento
como Convento de San Antonio
de la Madre de Dios.
En 1.754, en las Respuestas
Generales de Ensenada, se
dice que hay un Hospital de
la Madre de Dios, para los
peregrinos y algún
pobre de solemnidad junto
al Monasterio. Esta actividad
como Hospital la ejerce también
durante la Guerra Civil Española
(1936-1939) como Hospital
de Sangre.
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