Uno de los principales recursos gastronómicos del pueblo, es su famoso cordero segureño. Tomando como base esta carne, se hacen diversos platos: en salsa, a la brasa, con alioli, o bien en latas al horno, que podrán degustarse en sus bares y restaurantes. Otro plato fuerte son los embutidos caseros, el chorizo, el lomo embuchado, el relleno, el morcón, el salchichón, la longaniza y como no, la morcilla.
También son típicos los gurullos con liebre, el remojón de San Antón, los huevos a la nieve, los roscos fritos, y los andrajos, además de las exquisitas migas de harina recia o candela que en los días de lluvia es el plato más típico.