El popular San Antón,
al igual que San Sebastián,
pertenece al genuino acervo
religioso
orcense, tras convertirse
ambos personajes en dos de
las devociones más
arraigadas y queridas.
Sin embargo, San Antón
no tuvo ermita propia hasta
el año 1773, fecha
en la que quedó inaugurado
el edificio actual que lleva
su advocación.
Hasta dicha fecha, la imagen
de San Antón era venerada
en la ermita de San Pedro
Mártir, situada en
las eras de San Pedro, al
sur de la villa. En dicha
Ermita que era la mayor de
todas se celebraba la fiesta
de San Antón el 17
de enero. Pero en 1773, dada
la popularidad alcanzada por
las fiestas su titular fue
obsequiado con una amplia
ermita propia e independiente,
en el barrio del Chorreador,
el mismo que, desde ahora
sería conocido como
barrio de San Antón,
al poniente de la villa.
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